Para Alfonsina
Navego tu universo en plenilunio.
Me bastan tus poemas,
palomar de milagros y sortilegios.
Eres
cascada que irrumpe
en jardines de versos.
Sedas que redimen.
(retablo fogoso tus palabras)
-magnolia en soledad-
Si me oyes, Alfonsina
y aún descifras
un pájaro blanco que no cesa
el canto,
levanta vuelo desde la gloria.
Tu gloria.
La más hermosa de todas.
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