Y DIOS LA AYUDÓ
Muy temprano, Clotilde, bajaba al
plan de Viña arrastrando su carro recolector de chatarra que encontraba en los
cubetes diseminados por la ciudad. Hasta ocho mil pesos le reportaba su venta.
Su hija Rodelana, estudiaba alta
costura. Esa tarde era su graduación, siempre que pagara la última cuota de
colegiatura. Elevó la mirada al cielo. ¡Sí, Él la ayudaría a reunir los diez
mil pesos que requería para abrir la puerta del
futuro de su hija!
Una fresca brisa le revolvió el
cabello, al levantar el brazo y volverlo a su lugar, su mano alcanzó un papel.
Al observarlo, con sorpresa, vio que se trataba de un billete de veinte mil
pesos.
Canceló la cuota y esa noche
tomaron chocolate caliente dando gracias a Dios.
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