jueves, 21 de julio de 2016

Isabel Alarcón García-España/Julio de 2016

ESCALERA HACIA EL CIELO

Se paró en las escaleras y respiró hondo. Miró hacia arriba con cierto cansancio. Aún quedaba mucho camino para alcanzar el cielo. Cada peldaño que ascendía, le alejaba del sufrimiento, dolor, fracaso, de los conflictos, sirenas y lágrimas perdidas por las esquinas. La esperanza de encontrar allí arriba el paraíso, le hacía olvidarse de todo.
Pero sus fuerzas le pidieron un alto en el camino. Se sentó en las escaleras, respiró hondo y contempló el mundo que quería dejar atrás. Un mundo repleto de amor, amigos, sonrisas, ilusiones y sueños por los que luchar. Un mundo donde cada día, era un regalo.
Tras observar su vida desde lo más alto, se levantó, respiró hondo y recuperó la fuerza perdida. Comenzó así su descenso, con la esperanza de recuperar lo que el cáncer le hizo ver y pretendió arrebatar: el cielo que siempre tuvo en sus manos.

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