A contrarreloj
El tiempo nos cubre con su frazada de
abrumadoras dudas,
calcinante es la melancolía que se
entremezcla
con todo este caleidoscopio de
añoranzas y gritos ahumados
delatando el aire espeso que no se
apiada más
de nuestro amargamente mustio corazón
Hay un silencio clamoroso entre tus labios y
los míos,
un puente de palabras nunca antes susurradas,
o quizás un racimo de lágrimas convalecientes
a duras penas animándose a resbalar por las
mejillas
de
agujereados rubores otoñales
Aún no han logrado deshilacharnos el abrazo
envuelto en volcánicas rebeldías de
juventud
cuando surcábamos los más desafiantes
riscos
y ante nada nos deteníamos para olfatear de
cerca
el infinito con su contagiosa
fragancia de buen augurio
¿Quién sabe a cual ángulo del cielo le
pertenecerán
los sueños más agudos que nos sirvieron de brújula
cuando íbamos de tropezón en tropezón a
cosechar
los primerizos frutos del árbol que
llaman amor
por
su torrencial aguacero de desmesuradas caricias ?
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