VIÑA, CIUDAD BELLA
“El narrador posee el don de penetrar los
recovecos invisibles del pensamiento humano”.
El Bus se desplaza a gran
velocidad por la ruta 5 Norte con destino a Antofagasta. Son las 10:20. El
matrimonio Coralillo-Flores, ocupan los asientos 18 y 19. Vuelven de las
vacaciones que los llevaron a la
V Región y a la Metropolitana. Él se había jubilado y con el
desahucio ha querido agasajar a su esposa luego de 48 años de matrimonio;
cuando los hijos ya han dejado el hogar.
El día se presenta fresco.
La neblina costera insiste en ocupar la vía entre los Vilos y La Serena. El conductor,
conocedor de la ruta, maneja alerta a las condiciones del tránsito. Aún quedan 1.100 kilómetros
por recorrer. Hace un cálculo rápido, mira el tacómetro, 110 kilómetros por
hora - Si hago la media a 100, estaré en
Antofagasta a las 24:00. Un sentimiento de gozo siente en su corazón.
Alejandrito, su hijo menor hoy cumple 12 años. Su madre le tiene preparada una
fiesta para que no se olvide de sus padres. Espera arribar a casa a eso de las
24:00 horas y partir la torta que él dispuso para la ocasión.
El asiento 1 y 2 va sin
ocupantes, están destinados al descanso
de los tripulantes que son tres: dos chóferes de relevo cada 5 horas y el
auxiliar encargado de pasajeros.
En el 3 y 4 juguetean dos
niños con un avioncito. Sus padres ocupan los asientos 7 y 8. Por primera vez
viajan a Antofagasta en busca de mejores condiciones de vida. Se nota en sus
rostros la preocupación y el sentimiento de alejamiento de Santiago, su ciudad
natal. Sin embargo, creen que en su nuevo destino les irá mejor. El, trabajará
en el taller mecánico de su hermano. Ella, buscará trabajo como telefonista o
asistente en algún supermercado…
Las horas pasan, nuestro
observador, luego se entretiene en escudriñar la mente de los 23 pasajeros que
transporta el bus. Se detiene en la conversación del asiento 18 y 19 ocupado
por el matrimonio Coralillo- Flores:
-Viejo ¡dame un beso!
-Pero Coty, hay tanta gente.
-¡Qué importa la gente!
Dame un beso “Rinconada” - así llama a su media naranja – El pasa los dedos por
su entrecana cabellera, la atrae hacia sí, posa sus labios suavemente en los de
ella.
-¡Soy tan feliz!
-¿Por qué eres tan feliz,
Cotita mía?
-El viaje se me hace corto
recordando tantas cosas bonitas que hemos visto y visitado, sobre todo en Viña
del Mar…
-Por algo le dicen “Ciudad
Bella”
-Sí, es cierto… Todo es
bello: El paseo por La Playa
de las Salinas, la Avenida
Jorge Montt. El homenaje al Coronel Larraguibel, en 1949
campeón mundial de salto alto en su caballo “Huaso”, plasmado en ese inmenso
monumento de bronce, ubicado en el centro de un amplio espejo de agua. El
“Reloj de Sol” que yo desconocía. Los grandes edificios aledaños. El “Muelle
Vergara” reliquia histórica de un pasado industrial de la ciudad. En una placa
de bronce pude leer 1883, año de construcción y en 1885 entró en servicio. El
palacio “Carrasco”. El palacio “Cousiño”. El castillo “Wulff”. La Plaza y la Quinta “Vergara. El Estadio
“Sauzalito” con su laguna del mismo nombre, sus playas y canchas de tenis. El
“Jardín Botánico”. En realidad, podría seguir enumerando 100 lugares más ¡Es
realmente una Ciudad Bella!
Donde
quiero detenerme, es en el “Reloj de Flores” de Caleta Abarca. ¡Ese lugar si
que es hermoso!, además ¿Recuerdas tú donde nos casamos?
-Si,
claro.
-¿Dónde fue?
-En la iglesia “Los
Carmelitas” en la
Avenida Libertad.
-¿Dónde me diste el primer
beso, luego de la ceremonia? ¿Dónde posamos para las fotografías junto a tus
papás y los míos?
-Sí, fue en el “Reloj de
Flores”, lo recuerdo bien.
-¿Y en qué fecha? – El
hombre se encogió de hombros – ¡Pero Rinconada!, fue el 15 de Mayo de 1962, el
mismo día que se dio inicio al Mundial de Fútbol en Chile. Viña del Mar fue una
de las principales sedes. ¡Viejo! Fue el
mismo día de nuestro matrimonio.
Y ¿quieres que te cuente
más? Conversamos con el señor que tuvo a su cargo la construcción y operación
del sistema. Nos dijo su nombre, pero han transcurrido 48 años y no lo recuerdo
pero sí, su conferencia.
-Cuéntame cariño, yo sólo
tenía ojos y oídos para mirarte y escuchar tu voz, de puro enamorado que
estaba.
-Me acuerdo como si fuera
hoy: -“La estructura del Reloj se compone
de un túnel de hormigón armado con salida a una sala de máquinas. El sistema es suizo, de marca D’HARLOGES con
un reloj patrón H-14. Su mecanismo es impulsado por un control eléctrico
accionado mediante pesas, lo que facilita su regulación. Los dos punteros y el
minutero son de bronce y miden poco más de 3 metros cada uno…” Y
en nuestra visita de la semana pasada aprendí algo más, el nuevo operador
señaló que las flores que le dan su nombre, se renuevan cada tres meses y no
deben exceder a 10
centímetros de altura por el movimiento de los punteros.
Además, desde su inauguración no ha sufrido modificaciones…
Rinconada, acomoda la
cabeza de su mujer en su hombro izquierdo, toma sus manos, besa su frente, y
ambos se quedan dormidos…El Bus sigue devorando kilómetros al encuentro de su
destino.
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