miércoles, 21 de octubre de 2015

Isidoro Gómez Montenegro-Octubre de 2015



Inolvidable día


Destello de luz crepita el horizonte
descuelga hojas amarillas,
destiñen versos olvidados cada instante,
día, mes, estación.
Ocre es tu piel,
aristas que el viento reverdece.
En afiebrado sueño de constelaciones
en tu espalda.
Necesito tus ojos por la mañana,
tu voz pincela las horas.
Las yemas de tus dedos tocan brasas.
Bendigo el agua de tu estuario
vuelvo a hacer historia en el iris de tus ojos.
El viento corta, traspasa tu cintura cristalina.
Sin espuma y arena se levantan olas negras
siguen noches sin luna … oscuridad.
Palpitan manos acaloradas
mientras hojas caen en espiral bandeándose.
Hay días sin pigmento anegados de silencio,
días desvelados, atávicos… no verdean.
En el crepúsculo
mis cantos siguen el ritmo de tu nombre
escrito en el espejo empañado.
Descifro laberintos bifurcados,
de uno, renace tu figura femenina.
Al abrigarte con lianas perfumadas
descubro la única intacta vocación propia
desde mis años párvulos
hasta hoy día
mis alas arden
ante la luz atosigante del tiempo.
Hojas o trazos de papel  arrugado,
amarillento, mensaje escrito,
sílaba sin cordura en sosiego taciturno.
Perpetua alabanza cubre tu cuerpo desnudo
en actitud beatifica.
 

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