DE REPENTE
De repente
el árbol, la flor
la esperanza
bajo el humus de la
tarde.
Y olían tus cabellos a
sangre
en la mano del silencio,
un trueno reventó la
distancia
y la luz se inclinó en la
lejanía.
Después la lluvia
descendió
por los escotes de tu
blusa,
y ya no hubo árbol, ni
sol
ni pájaro;
solo la lluvia en su
vocación
de abrazo.
Los diarios hablan de
Lucía
un número más en la
estadística.
1 comentario:
muchas gracias por la publicación , hermosa imagen
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