APÓCRIFA
Judas de mí, de vos, de los espejos.
Judas de cada verso,
de cada oración,
de cada despedida.
Aquí te espero.
He de manipular de nuevo el pensamiento
repetir que no duele,
que te puedes largar
así como llegaste
y dejar que esta casa agonice sin nadie.
Refrendar una y otra vez
esta necia costumbre de minotauro,
de parpadeo y beso,
de luna y sobresalto
y fuga…
El festín de las voces ya no importa,
miro a Judas de pronto en el espejo
y un beso de sangre, hiel y lágrima
huye dentro de mí buscando el centro.
Llega directo al llanto,
a la cruz de ceniza que alguien puso en
mi frente
a la escalera que simulan mis huesos
y me lleva de nuevo al laberinto.
1 comentario:
Gran poema, Lucía, te felicito, abrazos
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