ALUKA
Ser zulú no es fácil y menos
si el ser zulú es un inmigrante en Capital Federal.
Por ejemplo, Aluka es zulú.
Aluka alquila un reducido
monoambiente interno, donde vive y también trabaja con su pequeña empresa
“Corazones Solitarios” (estableciendo contactos entre los inmigrantes zulúes
con otras del mundo). En verano su vida resulta bastante placentera, pero en
los crudos inviernos de Aluka, desde su llegada, el calefactor del departamento
siempre ha estado roto y a esta sacrificada mujer nunca le sobra dinero para
arreglarlo. Aluka no se anima a pedir que se lo arreglen (tampoco la invitan a
las reuniones de consorcio).
-A mí hacerme mal el viento
congelado que entra por debajo de la puerta –cada invierno repite Aluka.
Para el futuro, Aluka tiene la
esperanza intacta.
Al mediodía hace una pausa
para comer sus amados paap y uleis (algo así como carne con polenta,
ensalada y un tubérculo como mandioca); ambas comidas le evocan los
recuerdos más íntegros de su lugar natal. Aluka come con las manos.
-Cuando comer con las manos, comida saber mejor –cada
mediodía repite Aluka.
Aluka tiene
frío. Aluka tiene hambre. Pero Aluka tiene alma zulú.
Los ojos de
Aluka miran el corazón de Aluka todavía latiendo en Sudáfrica (su país de
origen).
¿Les conté que Aluka es una
bellísima mujer? ¿Y que Aluka significa ´tejer´?
Cada noche antes de dormir
Aluka ruega a sus dioses que le permitan Alukar sus sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario