LA TEMPESTAD
¿Qué vale, si en los ojos tengo versos,
los puños apretados de dolores,
la fe que se desploma en sinsabores,
y entre tantos humanos universos
mi alma sigue sola y en dispersos
empeños de ceniza, no da flores?
¿Qué vale en esta noche sin valores
si el mundo es un reinado de perversos?
¿Vale el Hombre que, errado y delincuente,
tomando su verdad como absoluta
avanza en egoísmo y en ceguera?
¿La negra tempestad es inocente?
¿Es culpa de la hormiga diminuta
romper la flor, matar la primavera?
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