A espaldas de las
horas del mundo
veo el rostro que buscas
Languideces en tu solitaria errancia
y este viento que golpea tu nostalgia
y esta lluvia que trae un extraño lamento
al impasible corazón intermitente
Te enceguece el resplandor
en la cornisa estrecha que atraviesas
Temor y sombras no han partido
obsesa sucumbes en tu fatiga
en la terquedad de tus noches y tus días.
veo el rostro que buscas
Languideces en tu solitaria errancia
y este viento que golpea tu nostalgia
y esta lluvia que trae un extraño lamento
al impasible corazón intermitente
Te enceguece el resplandor
en la cornisa estrecha que atraviesas
Temor y sombras no han partido
obsesa sucumbes en tu fatiga
en la terquedad de tus noches y tus días.
1 comentario:
Muy bueno... Pasa el tiempo y cada vez que te leo me sorprendes más...
Raul
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